Devocional Familiar:
Leer Jueces 9, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Nehemías 5:10-11
10También yo y mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y grano; quitémosles ahora este gravamen. 11 Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y la centésima parte del dinero, del grano, del vino y del aceite, que demandáis de ellos como interés.
LA SABIA SOLUCIÓN DE NEHEMIAS
Nehemías estaba sumamente dolido al escuchar como sus hermanos estaban oprimiéndose los unos a los otros. Después de oír y meditar en el clamor del pueblo, Nehemías trae una solución al conflicto entre sus hermanos judíos. Notemos la actitud de Nehemías ante esta situación. A pesar de estar en una posición de liderazgo, no se comportó de una manera orgullosa o arrogante al momento de escuchar las quejas de los más vulnerables. Mucho menos pretendió no importarle la situación, pasando por alto el conflicto y exigiéndoles a seguir trabajando en la reconstrucción de los muros. Nehemías sabía, el amor profundo de Dios por aquellos más necesitados, pues Dios mismo dio instrucciones a Moisés sobre el cuidado que los israelitas debían de tener por los pobres (Exo 22:22-27; Lev 25:35-37; Deu 14:28-29; Deu 15:7-11). ¿Has experimentado o has sido testigo de un acto injusto? ¿Puedes imaginar cómo se sentía Nehemías ante este conflicto?
Nehemías confiesa que tanto el, como sus hermanos, y siervos habían prestado dinero a los más pobres. Nehemías, era un hombre de ejemplo, él no había utilizado su cargo ni posición para sacar provecho de los más vulnerables. El problema no era meramente cobrar intereses por los préstamos, si no el abuso de estos, hasta tal punto de que algunos tenían que empeñar a sus propios hijos para poder obtener un préstamo. Nehemías, no les estaba pidiendo que solo se sintieran mal ante los abusos, o que solo dejaran de hacer lo que estaban haciendo; Nehemías les pide quitar estos intereses excesivos (usura) del pueblo, y no lo deja solamente ahí, sino que también les ruega a los nobles y oficiales a que devuelvan las propiedades, y todo lo acumulado, incluso hasta una centésima parte de los intereses que habían demandado de sus hermanos. ¿Los oprimidos, el ejemplo y acto tan bondadoso de Nehemías te hace pensar en alguien?
Hubo alguien que fue oprimido y condenado hasta la muerte por nuestros actos llenos de pecado e injusticia. Isa 53:3 dice “Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción”. Romanos 3 nos recuerda que todos somos culpables de esto “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Pero Dios en su gran amor, bondad y gracia nos proveyó un SALVADOR, Cristo, El “...se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Nuestros tiempos no son diferentes a los tiempos de Nehemías, vivimos en un mundo caído y lleno de tantas injusticias en tantas maneras, pero gloria a Dios porque este mundo tiene a un SALVADOR, como nos dice 2 Corintios 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro
Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”.
Desafio y Aplicación
La iglesia de Jerusalén fue alabada por tener cuidado de los más necesitados (Hec 4:34-35). Glorifico a Dios por nuestra iglesia y el amor fraternal de ustedes mis hermanos. Hemos sido testigo de su amor sacrificial y de cómo cuando un hermano o hermana en Cristo sufre, todos sufrimos (1Co 12:26). Te animo a buscar glorificar a Dios en medio de los proyectos de trabajo o algún otro asunto que emprendemos entre hermanos, seamos fieles al Señor y justos con nuestros hermanos, no tomando ventaja de ellos, si no andando en el temor del Señor.