Devocional Familiar:
Leer 2 Samuel 2, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 15:21-24
“21Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.”
La gran celebración por el regreso del hijo arrepentido
Es bueno recordar que esta parábola forma parte de tres donde se hace énfasis de haber encontrado aquello que se había perdido. La primera es la parábola de la oveja perdida (Lucas 15:1-7), la segunda es la parábola de la moneda perdida (Lucas 15:8-10), y la tercera la parábola del hijo prodigo. Las tres parábolas terminan con una celebración cuando es hallado lo que había sido perdido. Además de este tema que une estas tres parábolas, en la parábola del hijo prodigo el Señor Jesus nos enseña sobre cuatro temas importantes para nuestro caminar como discípulos suyos. Primero vemos el hijo prodigo arrepentido, quien había pecado contra su padre y contra el cielo. El hijo confeso su pecado y declara no ser digno de ser llamado hijo, sino que su deseo era simplemente regresar como jornalero. Lo increíble es que aun si el padre le hubiese aceptado como jornalero, eso hubiese sido una muestra de misericordia, pero el padre nos da un ejemplar aun mayor. El verso 22 nos dice, “Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies”. Con este acto de misericordia el padre no solo perdona a su hijo, sino que le devuelve la identidad que había perdido, de ser hijo del padre. Esto solo seria mas que suficiente, pero no, pues el padre quería celebrar que su hijo perdido había sido hallado. El verso 23 nos dice, “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta.” ¿Por qué mostraría esta abundancia de misericordia el padre? La respuesta lo vemos inmediatamente dada en el siguiente verso, “porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.”
Hermanos y hermanas, esta hermosa ilustración es nuestra historia. Al ser salvados por el evangelio, Dios obró en su gracia llevándonos al arrepentimiento, nos revistió haciéndonos nacer de nuevo por el Espíritu Santo, por la fe en Cristo Jesus. De haber estado muertos en nuestros delitos y pecados, apartados de Dios, ahora por la obra de Cristo hemos sido hechos hijos de Dios (Juan 1:12-13). Dios se goza cuando un pecador se arrepiente y hay gozo en el cielo (Lucas 15:7;10), podemos decir que el cielo celebra cuando un pecador pasa de muerte a vida, cuando se convierte en un hijo del Padre.
Desafio y Aplicación
¡Que hermoso es meditar en la gran celebración que hubo en el cielo cuando el Señor nos salvó y la gran celebración que habrá cuando Cristo regrese por su pueblo! Te exhorto hoy a orar a Dios, dándole gracias por su gran misericordia al hacernos hijos suyos.